El COIAE recuerda que el retorno de la inversión en innovación aeronáutica supone el 45% de los beneficios de las compañías a nivel global, y que el gasto en I+D+i del sector aeronáutico español se sitúa a niveles competitivos internacionalmente.
Los ingenieros aeronáuticos elaboran un informe sobre innovación. El estudio ha sido enviado a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant.
Madrid, 17 de febrero de 2022. El sector aeronáutico tiene un carácter dinámico y tractor como fuente de I+D+i en España. Una intensa actividad que se mantiene independientemente de los ciclos económicos y las tendencias de mercado, y que contribuye a cubrir las necesidades que demanda la sociedad. Estas son algunas de las principales conclusiones que refleja el informe de innovación, elaborado por el Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE).
El estudio, que realiza una revisión general de la I+D+i en la industria aeronáutica en nuestro país, ha sido enviado al Gobierno, en concreto a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, así como a diversas entidades económicas y sociales.
“La innovación es un aspecto clave en la evolución del sector aeronáutico, además de convertir a la industria aeronáutica en un nicho estratégico para el futuro del país, supone una constante transferencia de tecnologías de vanguardia al resto de sectores productivos”, señala la decana del COIAE, Estefanía Matesanz.
Industria focalizada en la innovación
El gasto global en I+D+i en España supuso tan sólo un 1,25% del PIB en 2019, muy por debajo de la media europea (2,1%) y a un abismo de líderes tecnológicos como Israel y Corea del Sur, con índices por encima del 4%. A pesar de esto, el COIAE recuerda que la inversión en I+D+i del sector aeronáutico se sitúa entre el 8% y el 11% de su facturación, muy por encima del global, y a niveles competitivos internacionalmente. “Esto lo convierte en uno de los sectores más focalizados en este ámbito”, apuntan los autores del informe Ismael Gutiérrez Alba y Álvaro Rodríguez Sanz, ganadores del premio innovación aeronáutica del COIAE en las ediciones de 2021 y 2020 respectivamente.
La inversión en innovación resulta notablemente eficiente: dentro del sector aeronáutico el retorno de la inversión asociado a productos introducidos durante los últimos 5 años alcanza el 45% de los beneficios totales de las compañías (fuente: Research and Innovation in the Aviation Sector). Esto conlleva a que la industria establezca una gran demanda de productos nuevos e innovadores que puedan cumplir retos clave que exige la sociedad como: menos peso y ruido de aeronaves, más eficiencia en combustibles, mejor confort y calidad de servicio, mayor conectividad regional, la eficiencia y flexibilidad, o un menor impacto ambiental. Sector en evolución junto a la sociedad El sector aeronáutico no evoluciona de forma aislada a la sociedad: su tamaño, forma y éxito vienen determinados por el grado en el que el sector es capaz de responder a las necesidades de la sociedad en su conjunto.
El futuro se presenta muy orientado a la sostenibilidad, con reducción de emisiones a través de numerosos mecanismos: desde combustibles verdes y avances en aerodinámica y motorizaciones, hasta electrificación y propulsión de hidrógeno.
Desde el espacio, nuevos servicios permitirán satisfacer unas demandas cada vez más exigentes en términos de conectividad global, tanto a nivel de usuario como de IoT, y de supervisión de nuestro planeta para controlar y ayudar a corregir las amenazas, especialmente climáticas.
La digitalización sigue su implantación masiva, tanto en los procesos de producción, como en los de diseño o en la atención individualizada en aeropuertos y otras infraestructuras aeroportuarias. El cliente es el centro de toda la actividad del negocio, y en torno a él aparecen nuevos modelos de movilidad como servicio, que llegan hasta la micromovilidad aérea promovida por la electrificación.
El futuro también promete llegar más lejos que nunca, con una gran tendencia a la expansión hacia entornos lunares y marcianos en las próximas décadas, lo que fomentará una nueva logística espacial, y nuevos servicios ligados a ella.
El estudio detecta y analiza las innovaciones más importantes y su evolución en cuatro categorías: aeronaves y vehículos espaciales; propulsión y combustibles aeroespaciales; materiales y procesos; navegación aérea, y aeropuertos y transporte aéreo. Además, realiza un marco estratégico de la innovación a nivel europeo y español, desde normativas a programas y políticas, así como una discusión de las principales tendencias actuales de la industria, mostrando los grandes retos que concentran los mayores esfuerzos, como pueden ser la sostenibilidad, la conectividad y el desarrollo económico y social.