El año pasado por estas fechas 16.022 estudiantes se preinscribieron para cursar Ingeniería Informática como primera opción en toda España, según datos del Ministerio de Universidades. Una cifra comprensible si tenemos en cuenta que se trata de una de las carreras con mayor empleabilidad de todas las que se imparten en nuestro país -96,3%- y una de las profesiones clave para los planes de digitalización del Gobierno y Europa.
Sin embargo, apenas el 60% de ellos pudieron finalmente matricularse, ya que las universidades españolas contaron con sólo 9.781 plazas para esta titulación en 2020, un número que, además, apenas ha variado en la última década.
Y esta circunstancia no es coyuntural, ya que el aumento de la demanda para Ingeniería Informática se ha venido incrementando de forma exponencial en la última década: en 2011 solicitaron estudiar esta carrera 9.771 personas, para 2015 ya eran 11.821, y en 2018 los solicitantes alcanzaron la cifra de 14.117, siempre según los datos del ministerio de Educación. De hecho, el informe ‘Empleabilidad y talento digital’ de la Fundación VASS asegura que en los últimos diez años las universidades españolas habrían dejado fuera a 20.914 potenciales alumnos que se quedaron sin plaza.
Los centros universitarios consultados por Xataka alegan que el principal motivo de que no se amplíen las plazas es la falta de recursos: ni el Gobierno central ni las comunidades autónomas destinan suficiente dinero para la dotación de nuevas aulas de informática, laboratorios y contratación de más profesores. Y sin todo esto, ampliar el número de alumnos de la titulación se antoja imposible.
“Para ampliar el número de plazas hacen falta más recursos, que la docencia se pueda dar con garantías y sea de calidad. Porquelo que lo que los profesores queremos es formar a buenos ingenieros, no a muchos”, señala José Daniel García, catedrático de Informática de la Universidad Carlos III de Madrid.
Algo en lo que coincide Enric Marín, vicedecano de Estudiantado de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Barcelona, quien explica que en su centro los profesores ya tienen más alumnos de los que deberían y, aun así, la demanda no para de aumentar año tras año: “Con el profesorado de que disponemos ahora ya estamos cargando los cursos a un 120 o un 130%. Nos falta más soporte para poder contratar a más profesorado y ofrecer más plazas. Sí, es un tema presupuestario”.
Ninguna ayuda de los planes europeos
Ante la falta de recursos que esgrimen las universidades, llama la atención que ninguna de las partidas presupuestarias de las muchas anunciadas por el Gobierno en los últimos meses para digitalizar la economía española esté dirigida a la formación universitaria. La mayoría de ellas, de hecho, se dirigen a un sector empresarial en el que faltan manos para ejecutar proyectos.
“No me consta que haya partidas destinadas a la educación universitaria en las ayudas de Europa. Pero esto es una práctica habitual cuando no hay una voluntad política de cambio real. Cuando Zapatero sacó un plan para repartir ordenadores en las aulas, se le dio a los niños y ya está, no se pensó en formar a los docentes, ni en el mantenimiento de los equipos” señala José García Fanjul, secretario del del Consejo de Colegios de Ingeniería Informática (CCII).
Por el momento, la única partida presupuestaria que ha hilvanado educación e informática es el Programa para la digitalización del sistema educativo, aprobado el pasado 13 de julio por el Consejo de Ministros, por el que el Gobierno central repartirá 989.185.000 euros a las comunidades autónomas para comprar dispositivos portátiles para alumnos, instalar y mantener aulas digitales interactivas y formar al profesorado en el uso de esa tecnología. Todo para educación primaria y secundaria.
“Si no somos los que diseñamos las soluciones informáticas, vamos a ser los clientes de los que lo hagan”, advierte García Fanjul.
Reorganizar recursos, la opción impopular
Varios expertos consultados por Xataka coinciden en que, sin un presupuesto mayor para la formación universitaria, la alternativa que tienen los gobiernos nacional y regionales pasaría por reorganizar las partidas educativas, quitando recursos a titulaciones con baja demanda para dárselos a Ingeniería Informática. Una solución tremendamente impopular que, señalan, ningún político va a cargar a sus espaldas.
“España arrastra un déficit tremendo, no hay recursos. Entonces, para que Informática tenga más presupuesto, habría que trasladarlo desde otros sectores, es decir, quitárselo a otros, y esto políticamente es complicado de manejar, porque dar dinero a alguien es fácil, pero quitárselo a otro es complicado”, explica Marín.
No obstante, aunque el dinero no llegue, desde las universidades sí señalan que la sensibilidad hacia la Informática por parte de los políticos y de la sociedad está cambiando, aunque de momento sin implicaciones monetarias.
“Últimamente ha habido más contactos, tanto con el Gobierno autonómico como con el Ministerio. Aunque sólo sean buenas palabras, a lo mejor en los próximos presupuestos se traducen en bonificaciones. Pero la realidad es que ahora, salvo casos excepcionales, estamos con los mismos recursos que en 2010, no ha habido variación presupuestaria en diez años”, señala el vicedecano de Estudiantado de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Barcelona.
Uno de esos casos excepcionales se ha producido, precisamente, en la Politécnica de Barcelona, donde se han abierto 50 plazas más para la Facultad de Informática para un nuevo grado de inteligencia artificial gracias a que la Generalitat les ha concedido una partida extraordinaria para ello. “Fue posible porque llegamos a un acuerdo especial con el gobierno, que quiere reforzar esa rama concreta”, subraya Marín.
El mercado necesita informáticos
Mientras que las dificultades para acceder a los estudios de Ingeniería Informática no paran de aumentar y las universidades se muestran impotentes por la falta de dinero para ampliar las plazas, las empresas cada vez necesitan más informáticos.
La demanda de estos profesionales es tan alta que Ingeniería Informática tiene una de las tasas de abandono más altas de todas las titulaciones que se ofertan en nuestro país porque las empresas reclutan a sus alumnos cuando apenas han cursado la mitad de la carrera, como ya contamos en Xataka.
“Muchos estudiantes, apenas tienen un primer contacto con las empresas, por ejemplo, a través de prácticas, reciben propuestas de trabajo y abandonan la carrera. Es un tema complicado contra el que poco podemos hacer, porque las empresas necesitan que se incorporen y a ellos les seduce la idea de trabajar ya”, lamenta José Luis Sevillano, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla.
El problema del abandono es tal que en algunos centros universitarios los responsables de las titulaciones llaman a los alumnos para preguntarles por qué han dejado inconclusa la carrera e intentar que la acaben. En la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Barcelona, por ejemplo, llegaron a destinar a una vicedecana para que localizase y llamase a los alumnos a los que les faltaban pocos créditos para terminar, con el objetivo de convencerles de que se sacasen el título.
El poco crédito de la Informática en España
Una opinión que comparte Sevillano, quien señala que una disciplina de la importancia de la Informática para el mundo actual debe tener mucha más presencia en la formación básica: “En Bachillerato se dan muchas asignaturas desde un punto de vista clásico, sin tener en cuenta aspectos computacionales modernos. Si a los alumnos que están motivados por la ciencia básica les explicas que buena parte de la ciencia actual se basa en adaptar esos estudios para ser ejecutados en computadores, puedes hacer que los estudiantes encuentren una vocación acorde a los tiempos”.
García Fanjul ejemplifica la falta de cultura general en Informática que adolece nuestro país de la siguiente manera: “Se están poniendo millones encima de la mesa para hacer proyectos de inteligencia artificial y nadie le está explicando a los niños qué es la inteligencia artificial. Estamos formando a ciudadanos que creen que la Informática es algo parecido a la magia”.